Con permiso de Florece Thomas, yo simplemente mujer. Gracias.
Soy mujer, nunca he declarado la guerra a los hombres, no declaro la guerra a nadie, intento cambiar la vida: soy mujer. No soy ni amargada ni insatisfecha, me gusta el humor, la risa , pero se también compartir los duelos de las miles de mujeres victimas de violencias machistas.
Me gusta con locura la libertad. Soy mujer y defenderé hasta donde pueda hacerlo a las mujeres,a su derecho a una vida libre de violencias. Soy mujer porque me gusta provocar debates desde donde puedo hacerlo. Soy mujer para mover ideas y poner a circular conceptos, para deconstruir viejos discursos y narrativas para desmontar mitos y estereotipos, derrumbar roles prescritos.
Soy mujer para hablar por las mujeres que no tienen voz, para todas las mujeres desde sus incontestables semejanzas y sus evidentes diferencias. Soy mujer porque pienso en nuestras hermanas afganas , ruandeses , croatas , iraníes, en las niñas africanas cuyo clítoris ha sido extirpado, pienso en las que son obligadas a cubrirse de velos, en todas las mujeres del mundo maltratadas , violadas y en todas las que han pagado con su vida esta peste mundial. Soy mujer para reconciliar la razón y emoción. Soy una mujer convencida que un día existirá en el mundo entero un lugar para las mujeres, para sus palabras, sus voces, sus reivindicaciones, sus desequilibrios , sus desordenes, sus afirmaciones en cuanto a seres equivalentes políticamente a los hombres y diferentes existencialmente.
Un día no muy lejano dejaremos de inquietar a los hombres, dejaremos de escindirnos en madres o putas, en Marias o Evas , imágenes que alimentaron durante siglos los imaginarios patriarcales , habremos aprendido a realizar alianzas entre lo que significa Maria y lo que significa Eva. Habremos aprendido a ser mujeres , simplemente mujeres. Ni santas ni brujas, ni putas ni vírgenes, ni sumisas, ni histéricas, sino mujeres.
Por esto soy mujer, con todo el derecho a equivocarme.
