"Una gota de pura valentía, vale más que un océano cobarde" Siempre gota a gota, eso es vivir. Feminismo y diversidad para mover el mundo

lunes, 5 de febrero de 2018

SI YO TAMBIÉN Y YO DECIDO SI QUIERO CONTARLO.



Tenía 20 años y una ilusión tremenda en mi trabajo, se acababa de poner en marcha un nuevo departamento y con esa edad nada se te pone por delante, trabajaba por las mañanas y por las tardes estudiaba si es que no había que hacer "horas extraordinarias" . Como era nuevo, solo éramos dos, él y yo,  "el jefe" y yo, sólo por periodos cortos de tiempo teníamos algunas ayudas de estudiantes de practicas.
Aquel día nos fuimos de comida, me dijo que tenía que ir porque era una "comida de trabajo", la recuerdo larga, y con demasiado vino, el que él bebió. Cuando terminó yo tenía intención de irme a casa pero él no, así que me dijo que había que revisar unos papeles para presentar al día siguiente. 
Y allí estábamos, en su despacho, nadie más en toda la planta, no había nadie. Primero fue un roce, note su mano rozarme los pechos, retrocedí de inmediato y empecé a temblar, y entonces me cogió con fuerza la cara y me besó, apretó sus labios contra los míos con mucha fuerza, me dio tanto asco que yo creo que me lo notó en mi cara, le dije que me dejara ir, me pidió que me quedara poniéndose en medio de la puerta, seguro que fueron segundos pero los recuerdo como una eternidad, ...... y se apartó.
Estuve dando vueltas por la calle, recordando lo que me había pasado; recordé otros "detalles", los roces no eran por causalidad, no eran sin querer, no, no lo eran, ese día me di cuenta que no lo eran.
No me lo guardé, lo conté, la verdad es que no sé ni cómo, a mis padres, recuerdo a mi padre callado, intentando asimilarlo, a mí madre como buena madre haciéndose fuerte y a mi novio, ahora mi marido. El si reaccionó, tuvo esa reacción de desearle nada bueno y contener la rabia para no hacer algo de lo que arrepentirse, creo que después de tantos años alguna vez ha vuelto a sentirlo
Recuerdo la noche sin dormir hablando con mi hermana mayor contándola como me sentía.
Y llegó el día siguiente, había decido que no podía dejarlo pasar y me fui a hablar con el jefe, no con él  sino con el "jefe de todo" el que mandaba por encima de él. Me escuchó, pero su reacción me dejó helada, me pidió "discreción " y que no lo denunciara, sería un escándalo me dijo y que   posiblemente yo no aguantaría la presión, él era un hombre hecho y derecho, casado y con "buen nombre," así que su propuesta fue que hablaría con él para que “no volviera a ocurrir”  y a la mayor brevedad posible  le trasladarían de departamento. 
No, no lo denuncié, y me he arrepentido todos estos años millones de veces. El traslado tardó, así que os podéis imaginar lo que fue ese tiempo, eso y enterarte, no sé si cierto o no, que antes que yo otras también pasaron por lo mismo, porque a mí me pidieron discreción “pública” pero otros no la tuvieron y lo contaban  en corrillos, ¿sabes lo que le ha ocurrido a Eva?
Por mí lo saben pocos, lo sabían , solo parte de mi familia , pero no mis hijas, ni mis amigos, que posiblemente se enteren si leen esto; SI , yo que tanto defiendo la Igualdad, la visibilidad,  que creo en el feminismo y la diversidad para mover el mundo  me lo he callado durante muchos años, tal vez porque a nadie le importa, pero deseo con todas mis fuerzas y trabajo todos los días para que nunca más ninguna mujer se calle. 
En estos días , he visto y leído críticas sobre las mujeres que tras pasados años ahora han decido contarlo, ¿y? ¿ cuál es el problema?? ¿Acaso debemos seguir un patrón?¿Es más creíble  si se cuenta de forma inmediata ?? No tenéis ni puñetera idea. 
Hace poco, a él, a este "hombre" le hicieron un " pequeño homenaje" después de su jubilación. Verle en esa revista me ha producido tanto asco como aquel día. Si, asco y arrepentimiento, porque aquel día tenía que haberlo hecho, tenía que haberle denunciado, y no permitir que años después sea merecedor de ni un solo elogio cuando es un ser vomitivo.
Así que RESPETO para las mujeres que decidimos contarlo o no, que lo guardamos durante años y un día decidemos recordarlo, porque solo nosotras decidimos cuando, porque bastante tenemos ya con haber pasado por el momento en el que otro decidió por nosotras y no nos respetó