
Fue un 28 de junio de 1969, cuando por primera vez un grupo
de gays, lesbianas y transexuales comenzaron a levantarse contra la opresión y
a reivindicar sus derechos. Hace casi 47 años la policía neoyorquina, irrumpió
en un conocido bar de ambiente supuestamente para realizar un control de
bebidas alcohólicas. Pero en realidad se trataba de una redada indiscriminada y
violenta contra la clientela de ese bar. Los agentes les insultaron y
agredieron, pero estos lejos de someterse en silencio como hasta ese momento,
se resistieron, lo que provocó una batalla campal que duró varios días con
duros enfrentamientos, lo que se denominó después los disturbios de Stonewall.
Fue la primera vez que los agredidos no se sometieron y se
enfrentaron a la policía que cuando se vio acorralada, avisó para solicitar
refuerzos. La zona se llenó de patrullas, pero al mismo tiempo las protestas
también se multiplicaron. Los días de enfrentamientos se saldaron con un muerto
Judy Garland y varios heridos.
Cuando la
policía entró en el bar sonaba la canción "Over the rainbow", que ya
entonces era himno gay, pues habla de un lugar más allá del arco iris donde los
problemas desaparecen y los sueños se convierten en realidad. Desde entonces se
celebra el día del orgullo en conmemoración a aquellas personas que hace 47 años
se plantaron frente a la discriminación
Ayer, 50
personas fueron asesinadas, años de
lucha para tener un derecho, el derecho a ser, y recordaremos este día por el mayor atentado a este derecho.
Saray, a la que
conocí visitando el programa LGTBI de la Comunidad de Madrid, recibió un golpe en la
cabeza, 17 puntos y un herida que le dolerá siempre, era acosada y maltratada
un día sí y el otro también por sus propios compañeros de piso, había huido de
su pueblo de Córdoba para encontrar una vida mejor en Madrid, donde parecía que
los sueños se hacían realidad, pero Saray a día de hoy no entiende porque tanto
odio por querer ser libre y por amar a quien quieras, pero siempre repite que
el amor vence al odio
La masacre de
Orlando es un crimen de odio por homofobia, sin ninguna duda, queda mucho por
hacer.
Queda condenar
una y otra vez cada delito, cada maltrato, cada insulto,..
Queda, condenar
una y otra vez a esos obispos, que llaman a la desobediencia a la leyes que
impulsan la igual de género y no discriminación.
Queda explicar
una y otra vez a nuestros hijos, que el derecho a ser, es sin duda el mejor de
todo, el que te permite ser libre, igual, e inmensamente feliz
Queda, queda
mucho…
Pero quedan
ellos, gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, quedan para siempre porque
son ellos en realidad quienes mueven el mundo para que sea un poco mejor cada
día para todos, también para tí.