Leemos a menudo en las encuestas que la ciudadanía muestra un importante desapego por la política. Que los políticos sean un colectivo mal valorado por los ciudadanos es algo que parece directa y naturalmente asumido por quienes trabajan en ello y, sin embargo, es injusto, radicalmente injusto, que se piense así. Cientos de cargos públicos trabajan día a día representando a los ciudadanos y desarrollando los programas que presentaron en las urnas. Lo que sí produce desapego, desasosiego, desesperanza y grave atonía es mostrar, por parte de los políticos, una agenda de preocupaciones radicalmente distinta a la de los ciudadanos. Es enseñar una y otra vez actitudes que en nada se parecen a aquellas propuestas que defendemos; es, en definitiva, estar mirándonos el ombligo mientras que los ciudadanos reclaman que les escuchen y sobre todo que les den soluciones.
Esta situación me lleva a una reflexión optimista en cuanto al fondo del asunto y a una más que agradable sorpresa , porque los ciudadanos se movilizan cuando lo que se reivindica es justo; cuando comprueban que existen en la política personas que llenan su agenda diaria con las mismas preocupaciones que ellos, que su agenda de prioridades y actitudes coincide con la de la ciudadanía., Las encuestas avanzan una baja participación y/o indecisión por la opción política. Hay quien dice, mal dicho, que Europa nos queda lejos, que importa poco, no es cierto, la gran mayoría de las decisiones del Parlamento Europeo afectan a nuestra vida diaria, pero además, ¿vamos a dejar que quienes llevan demostrando durante muchísimos años un agenda de prioridades distintas a las tuyas, siga tomando decisiones que te afectan? Yo no, y espere que tu tampoco.
Yo ya he tomado una decisión, el próximo 25 de mayo votaré a Ciudadanos, votaré la candidatura que encabeza Javier Nart y de la que formo parte.
Y lo haré por sus propuestas, y por su proyecto europeo, lo haré porque sus prioridades coinciden con las mías, porque en Ciudadanos, llenan sus agendas diarias de compromiso, de participación de decisiones, de soluciones.
La política, con mayúsculas, hay que vivirla y trabajarla con coraje y valentía, así lo he hecho siempre, orgullosa además del trabajo compartido con mis compañeros de CDL. En todo este tiempo, he reído, he llorado, he sufrido, he gozado, he vivido con intensidad y dedicación ese trabajo, porque eso es política, porque esa es la política que busco, que defiendo y que apoyo
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